EL VALOR DE LA EXPERIENCIA DE VIDA
Conforme se va adquiriendo más edad y más vivencias, se descubre el gran valor que tiene la experiencia de vida; se puede contar con muchos estudios, pergaminos y títulos, sin embargo la experiencia de vida es sumamente valiosa e indispensable.
Cuando revisamos el camino seguido, nos damos cuenta de lo avanzado con aciertos y errores, pero siempre aprendiendo de todo ello. La vida representa un aprendizaje constante.
Los que hemos recibido una formación sólida en valores sabemos lo importante que éstos son para la familia, para el país y para uno mismo. Hoy vemos con suma preocupación como tristeza, que se están perdiendo: el respeto, honestidad y solidaridad, así como la lealtad y el compromiso, entre otros.
Nosotros cuando fuímos más jóvenes, respetamos y valoramos a las personas mayores, hoy se ha perdido en un buen sector de la sociedad y muchos ahora jóvenes, no cultivan su espiritu y los referidos valores; la modernidad no signfica dejar de respetar al prójimo, ser egoísta y poco solidario o ser insensible ante las tragedias.
Estimados jóvenes, especialmente el sector que ignora los valores, ustedes tienen un gran compromiso con la presente generación, deben actuar de acuerdo a su rol y no olviden que ustedes también llegarán a ser mayores, por lo tanto enseñen con el buen ejemplo.
Consecuentemente, la experiencia de vida tiene un alto valor, la cual no puede conseguirse en ningún libro o universidad, hay que aprender caminando paso a paso. La tecnología nos ha simplificado el modo de vida sin embargo, no debe olvidarse la comunicación y la interelación con la familia, los amigos y los colegas así como, con la sociedad en su conjunto.
El consejo es sincero y afectuoso: jóvenes disfruten su edad, pero con responsabilidad y sin descuidar los valores que rigen el comportamiento de las personas. Y llegado el momento, deben prepararse para ser mayores, adultos mayores. El tiempo es implacable con todos, no hay ninguna excepción.
Tambien quiero referirme a otro sector de jóvenes que viven de otra forma: con compromiso, amando a su país y su familia, luchando por un futuro mejor.
Finalmente, la experiencia de la vida se forja en el día a día, no puede acelerarse y toma su tiempo. Valoremos a las personas con experiencia y combinemos con los jóvenes para una adecuada sociedad y trabajo en conjunto. Hay que conjugar la experiencia de los mayores con la energía juvenil y donde ambos se respeten, apoyen y se aprecien: ello es posible, cada uno tiene su valor propio y juntos aumentan su visión, sabiduría y energía.
Saludos cordiales.
Dr. Leonardo Velarde Dávila.
01 de diciembre del 2021.