VALORANDO LO QUE TENEMOS Y EL COMPROMISO SOCIAL

Conforme avanzan los tiempos nos damos cuenta de lo importante que es valorar lo que tenemos y no sólo lamentar en lo que nos falta; muchas veces nos desmotivamos por lo que nos falta en el día a día (elementos materiales, logros y otros). Sin embargo, NO valoramos lo que ya tenemos: vida, salud, familia, un apellido, amigos, trabajo y deseos por progresar, entre otros. 

Por ello, debemos reflexionar seriamente que nuestra automotivación o motivación interna debe ser bien cultivada y robustecida, inclusive en las épocas difíciles que a todos nos toca pasar. Lo material ayuda pero no es un fin, es un medio que facilita las cosas.

En otra oportunidad, conversé con dos personas de una muy alta posición económica pero que no tenían una buena salud, lo cual los deprimía y no se comprendía que, muchas veces ni con toda la plata se pueden curar algunas enfermedades irreversibles.

Nuestra mente, corazón y espíritu deben estar preparados a saber valorar lo realmente importante; con ello no deseamos inducir a una actitud conformista, NO. Siempre debemos buscar ser mejores como personas y progresar en la vida, pero priorizando lo realmente fundamental de lo secundario o superfluo.

En una clase brindada a gerentes de empresas recuerdo formulé la pregunta: Que nos motiva, que nos hace felices? y la matriz de respuesta nos arrojó resultados sorprendentes: 45 % conseguir la mayor rentabilidad posible, 38 % ser la mejor empresa del mercado local y sólo 17 % crear empleo para generar bienestar en la población. Ello nos da la pauta de nuestra escala de motivaciones, aspiraciones y nivel del compromiso social.

Los que estamos varias décadas en el mundo empresarial sabemos de los objetivos técnicos y viables, pero a veces ignoramos o descuidamos aquellos objetivos de compromiso con la comunidad y con el propio país. Es decir, no valoramos nuestro contexto, nuestra patria y nuestras esperanzas de mejorar la calidad de vida de la población, de nuestros semejantes.

En ese sentido, se recomienda valorar lo que tenemos y seguir aspirando a mejorar pero reitero, también valorar lo que tenemos y nuestro reiterado compromiso social, desde nuestra función o trabajo por humilde que sea.Todos aportamos.

De alguna manera todos nos necesitamos, unos de otros, nadie es autosuficiente. Por tal motivo, nuestra posición debe ser de un genuino compromiso social más aún considerando que nuestro paso por esta vida es efímero, es muy breve. Y cuando partamos, nada nos llevamos, sólo queda registrado el legado que dejamos.

Dicho legado debe ser lo mejor posible, donde se haya valorado lo que tenemos y ayudado a otras personas a ser mejores, siempre primero la calidad personal. Luego la calidad profesional, laboral o técnica.

Por otro lado, la tecnología nos está ayudando bastante pero NO descuidemos el lado espiritual y humanista de todos nosotros, ello es un elemento componente de la calidad de vida y del propio desarrollo humano. 

Un consejo final: sigamos aprendiendo, el aprendizaje es ilimitado  y podemos hacerlo todos, hasta el final de nuestros días.  "Hay muchas formas de aprender y ser mejores, cada día".

Un abrazo cordial.

Dr. Leonardo Velarde Dávila.

01-07-2023.