EL NIVEL DE DEDICACIÓN EN LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Hoy abordaremos un tema educativo del nivel superior universitario. Para los que ejercemos la docencia universitaria con más de 20 años en pregrado y postgrado (modalidad presencial, semipresencial y a distancia), nos corresponde compartir una serie de experiencias docentes, tanto las positivas como aquella que no lo son y que preocupan mucho.

Empezaremos con las primeras, en cada aula de estudiantes jóvenes de pregrado hay un segmento decididos a aprender, superarse y obtener buenos resultados con altas calificaciones, como que así lo consiguen. Este sector de estudiantes, apróximadamente puede llegar a un 30 %.

Otro segmento del aula, viene con la idea de realizar el míinimo esfuerzo y no son partidarios de la exigencia académica, lo cual determina que un gran número de este grupo apruebe con calificaciones bajas y varios de ellos, reprueben. Además éste sector que aproximadamente llega a un 40 % considera que el objetivo de ellos no es exactamente aprender, sino obtener su título profesional como la única meta. Además, desean conseguir objetivos fáciles e inmediatos, no comparten respetar un proceso o evolución como dedicados estudiantes universitarios e investigadores. 

Y hay un grupo de aproximdamente 30 % que acuden a las aulas universitarias más a relaciones públicas o sociales, a curiosear y no esforzarse en la clase, participar o aportar poco y esperar alguna consideración del Profesor, como un trabajo adicional para aprobar sin haber aprendido ni al menos un 60 % del contenido temático de la asignatura. Obviamente, que un buen número de este segmento reprueban y a pesar de recibir nuevas oportunidades y examenes para aprender, no trabajos para desarrollar. 

Lo preocupante es que muchos estudiantes no toman en serio su formación o estudios universitarios, no se dedican como debe ser y además, solicitan facilidades y ayudas especiales a sus docentes, los cuales por supuesto no permiten o apoyan dichas solicitudes partiendo de la premisa "La exigencia académica no es un tema negociable".

La calidad universitaria es muy importante, pero también la admisión o selección de los aspirantes a estudiantes universitarios. Este tema es crucial, hay que recordar que estudiar una carrera univesitaria y obtener un título profesional a nombre de la nación requiere un alto compromiso, esfuerzo y la adquisición de competencias mínimas (SABER, HACER y SER).

Sean universidades públicas o privadas, se requiere formar profesionales con evidente exigencia académica además, de una actualizada deontología profesional. Ellos van ser responsables del futuro del país, los que no van a reemplazar, por lo tanto deben ser profesionales competitivos, empleables y éticos en todo sentido.

Para los que nos consideramos profesores exigentes y con vocación, ello no siempre es grato o reconocido por varios estudiantes, lo consideran incluso una desventaja para sus intereses. Ese paradigma debe cambiar, puesto que con los años se darán cuenta de su error o equivocada percepción.

A modo de conclusión, los profesores debemos exigir a los estudiantes que lleven bien sus estudios, que se identifiquen con su profesión para que sean un auténtico aporte a la sociedad actual y futura. La educación es un proceso y el tiempo demostrará, si fueron bien o no formados profesionalmente para asumir retos, responsabilidades e involucramiento con los grandes problemas y objetivos nacionales, de la realidad de nuestro querido Perú.

Se reitera, lo expuesto es una opinión profesional y respetuosa de recibir otras similares o discrepantes, con la única idea de plantear una problemática educativa y de evidente prospectiva e impacto local, regional y nacional en el país.

La educación tiene una analogía con la agrícultura en éste enfoque revestido de adagio popular: "Si la siembra fue buena, la cosecha también lo será".

Un saludo cordial.

Dr. Leonardo Velarde Davila.

01 julio 2024.