LA IMPORTANCIA DE LA EDAD DE ORO: EL ADULTO MAYOR

Hoy nos ocuparemos de la llamada edad de oro, la del adulto mayor, un tema socialmente muy importante, pero que muchas veces las autoridades descuidan u omiten. Un antiguo político de carrera indicaba que es un rasgo distintivo de un país desarrollado, cuando se cuida muy bien a su infantes y a sus adultos mayores.

Vale decir, hay que cuidar el futuro del país mediante la educación y adecuada formación a los niños pero apoyados con los adultos del momento y especialmente, los adultos mayores (la experiencia y sabiduría tan valiosa de años vividos).

Las políticas públicas muchas veces ignoran a estos dos grandes segmentos sociales y se abocan solo a la generación presente (el conocido corto placismo). Hay que tener muy presente que llegar a los 60 años o más, representa una trayectoria o ruta recorrida.

Cuando conversamos con jóvenes o adultos a veces nos desalienta conocer su enfoque de vida solo del presente, ignorando el futuro y el contexto. Cada etapa de la vida tiene su encanto y hay que saber vivirla con valores éticos, plenitud y responsabilidad.

En una sociedad moderna, organizada y progresista se valora el rol y la experiencia del adulto mayor, de la persona que ha vivido y tiene una experiencia acumulada que no se puede encontrar en ningun libro o red social.

Nuestro país y varios de la región sudamericana por ejemplo, subestima e ignora a las personas con más de 50 años para la actividad laboral algo que además de ser injusto, es altamente discriminador. No olvidar la experiencia de dichas personas que puede ser de mucho aporte para los centros laborales, donde sus facultades físicas y mentales lo posibiliten.

Tampoco deseamos dejar de lado la energía y frescura de los jóvenes, pero que carece de la valiosa experiencia. En ese contexto, lo recomendable es efectuar una mixtura de gente mayor con gente más joven y asi preparar mejor los futuros cuadros de personal, tal como sucede en los países adelantados o desarrollados, donde se aprecia y reconoce la experiencia del adulto por encima de los 50 años.

No se trata de enfrentar a los jóvenes con los adultos mayores sino crear un gran equipo de amplio apoyo y complementación, donde todos los stake holders sean los beneficiados y el propio país. En tal sentido, un gran proyecto del país debe incluir este aspecto que relaciona las políticas públicas, la economía y el desarrollo nacional.

Hay una evidencia de este aspecto cuando se tiene en las aulas universitarias a estudiantes de 30, 40 o más años, empeñados  en estudiar y obtener un título profesional lo que testimonia la importancia del adulto mayor. Se ha creado programas especiales para dichas personas que trabajan, con responsabilidades familiares y con muchos deseos de progresar, independiente del tema de la edad.

 

Una recomendación especial es que la educación se inicie adecuadamente desde el hogar, se refuerze en la escuela y se consolide en la universidad o un centro superior. Son tres estadíos que hay saberse impulsar cada uno y articuladamente. Un país sin educación y de calidad está condenado al atraso, la pobreza y la dependencia. 

Una nación que desea progresar, debe preparar bien a su gente para que la diriga hacia el progreso, la vigencia y la prosperidad en el tiempo, de una manera sostenible donde se cuide a la generación actual y a las futuras. No olvidar que estamos de paso y que debemos dejar un legado positivo a la familia, la cetro laboral y especialmente al país que tanto queremos. "Una forma genuina de querer o amar al Perú, es hacer algo significativo por el mismo".

Cordialmente:

Dr. Leonardo Velarde Dávila.

1 de agosto del 2025.