LA CULTURA DE CALIDAD EN TODO NIVEL Y ROL

Siempre buscamos obtener buenos resultados en todas nuestras actividades profesionales, familiares y personales. Es un afán constante el "obtener mejores y mayores logros, importantes".

 

Uno de los caminos viables para alcanzar lo anterior, es aplicar una "verdadera y permanente cultura de calidad" que sea inherente a nuestro quehacer diario, que sea también una actitud y un estilo de vida.

 

Crear y aplicar una cultura de calidad, implica armonizar con la llamada "matriz de coherencia del comportamiento" vale decir, armonizar lo que pensamos, hablamos y hacemos. Por lo tanto la cultura de calidad, debe impregnarse voluntariamente en esta valiosa triada: pensar, hablar y hacer.

 

La cultura de calidad hoy, es un tema indispensable, para seguir vigentes y competitivos, conjuntamente con la innovación y el saber reinventarse. Calidad es hacer bien las cosas, sin errores y satisfacer plenamente las necesidades de terceros y de nosotros mismos; es inclusive, llegar a brindar más alla de los que nos solicitan, es decir, superar las expectativas trazadas.

 

La cultura de calidad debe estar en toda actividad humana, por simple que sea. Dicha calidad se debe apoyar en tres herramientas sustanciales: la actitud, la observación y la mejora continua, las tres deben estar apoyadas por una medición, es decir contar con indicadores para cada caso, acompañados de una conveniente y flexible planificación estratégica.

 

En el plano estrictamente profesional la calidad implica utilizar todos los medios posibles, viables y éticos, para lograrse los resultados esperados y/o por encima de ellos. Es observar e investigar para conocer nuevos conocimientos, técnicas y comportamientos (competencias), así como sistemas, innovaciones y otros. 

 

Por las consideraciones expuestas, todos en general debemos practicar una cultura de calidad, en cada una de nuestras actividades, reitero, por simples o complejas que éstas sean.

 

Si queremos hacer una prospectiva, la cultura de calidad nos debe llevar a un desarrollo integral con calidad humana, lo cual significa "EVOLUCIONAR" y "PROGRESAR". En tal virtud, todos, debemos asumir el compromiso de actuar con calidad en todo momento o circunstancia.

 

Los títulos o grados académicos, así como los altos cargos organizacionales son importantes, pero deben respaldarse con herramientas de aplicación diaria y permanente, como es una "cultura de calidad".

 

Como testimonio evidente, la cultura de calidad hay que sembrarla, cultivarla y optimizarla en las diferentes actividades y roles que desarrollamos.

 

Como temática final, la cultura de calidad debe conducirnos a la calidad de vida, bienestar y el mencionado desarrollo humano integral, uno de los objetivos de la humanidad mundial.

 

Ergo, la cultura de calidad es indispensable para poder aspirar a un mundo mejor, en todo sentido. Es también trabajar con códigos de mejoramiento permanente e igualmente, con códigos de ética y valores éticos.

 

El consejo es claro y necesario, hagamos un compromiso de cultura de calidad, desde éste momento y mantenerlo permanentemente, como un hábito y un estilo de vida profesional, familiar y social.

 

Les hago llegar un cordial saludo y los mejores deseos de éxitos, en todos los planos y roles, para el presente mes de junio 2018.

Leonardo Velarde Dávila.

Doctor en Administración y Doctor en Educación.

01 de junio del 2018.