URGENTE: PRIMERO FORMAR LA CALIDAD PERSONAL, LUEGO INSTRUIR LA CALIDAD PROFESIONAL
Ser Docente, Facilitador o Educador representa un auténtico compromiso, el cual se va reflejar en el tiempo. Vivimos una crisis de valores éticos acentuada, entonces hagamos un análisis restrospectivo: lo que hoy estamos consechando, es fruto directo de la siembra pasada.
Desde dicha arista, todos debemos reflexionar sobre la importancia y trascendencia en el tiempo de formar, educar e instruir, temas que son diferentes pero complementarios; hay que decirlo con suma intensidad y claridad: la primera etapa de la formación de los ciudadanos, es exclusiva responsabilidad de los propios padres de famila: el hogar o la casa.
Luego, viene el colegio que complementa la formación, pero sobretodo con la educación. Sin embargo, si la formación no ha sido adecuada, va afectar a todo el proceso. Por ergo, si queremos una mejor sociedad, tenemos que asegurarnos de la buena formación de casa, ello es vital y descisivo.
Los Padres de Familia, no pueden renunciar a éste deber y derecho, es un compromiso ineludible que deben afrontar; al tener un hijo o hija, se asume una responsabilidad dantesca con la prole y con la sociedad en su conjunto.
En el colegio va funcionar la educación, en la medida que la base de la casa lo determine, ello reitero es sustancial; cuando los o las jóvenes llegan a la Universidad, ya deben estar formados, en uno otro sentido y se les brinda instrucción profesional y herramientas para el trabajo.
Sin embargo, la Universidad, comprueba lo que traen los jóvenes y mayores (estudios para la gente que trabaja) y se encuentran algunos desniveles como la ausencia de algunos valores éticos, actitudes no formales y un alto índice de desconcierto o duda.
Como Profesor Universitario o Catedrático, recibo estudiantes de diversas procedencias, hábitos y expectativas, sin embargo, se encuentran casos de personas no habituadas a la exigencia, la calidad o la aplicación de valores elementales: respeto, puntualidad y compromiso.
También encontramos casos, en las aulas, de estudiantes excelentes o ejemplares, aunque lamentablemente no llegan al 60 % según mi percepción profesional. Bajo éste contexto podemos deducir dos (2)corolarios principales: a-. Trabajar con prospectiva, con una planificación sostenible a 5, 10 y 15 años, evitando el cortoplacismo.
b-. Prorizar la formación personal y, luego la instrucción profesional.
Si formamos buenas personas, podemos asegurarnos de instruir buenos profesionales, los cuales ayuden a nuestro país, a resolver sus principales problemas nacionales y así forjar, las mejores expectativas para el futuro nacional.
En ése sentido, los Docentes de todos los niveles, tenemos un significativo rol al margen de ser Administradores, Médicos, Ingenieros o de otra profesión. Es un tema sumamente importante, donde las Universidades deben interiorizarlo, debidamente.
Finalmente, los valores éticos deben ser concurrentes en cualquier tipo y modalidad: formación, educación o instrucción. No se puede transitar la vida, sin ejes guía, y ellos son los valores éticos: aquellos que marcan para siempre a una persona, empresa y sociedad.
Reflexionen sobre éste tema, para asumir el rol formador como corresponde y bajo un esquema de:
"Primero la calidad personal y, luego, la calidad de la instrucción profesional. " Lo primero, sigue siendo lo primero.
Un saludo fraterno.
Dr. Leonardo Velarde Dávila.
01 de octubre del 2019.